lunes, 18 de enero de 2010

Terremoto en Haití

Nueva desgracia mundial.

Un país, en la ruina. Los dioses, no se apiadan de Haití.

Toda la Humanidad, unida para intentar recuperar una nación, que ya prácticamente no es nada.

No hay más que ver las imágenes en la prensa y en televisión. Algo espantoso. No tiene nombre, ni calificativo. No hay palabras suficientes. Mal sobre mal. Devastación humana. La destrucción en su plena eficacia. No puede haber una población más sufrida en los últimos tiempos. No puede haber unos seres humanos más abandonados de la mano de todos.

La globalización, puede ser muy beneficiosa en la actual situación. Todo el mundo puede ayudar. Con el móvil (bendito aparato) estamos ayudando la mayoría de la gente. Por una vez esperemos que la cooperación internacional sirva para dar cumplida ayuda a todos los haitianos que lo necesiten. Y que pueda reconstruirse en el menor tiempo posible lo destruido.

Tristemente, ya se sabe al cabo de unos pocos días de la desgracia del terremoto, que hay problemas con la coordinación. Parece ser que USA, está demostrando excesivo protagonismo.
La UE (que preside España) debe dejar claro, que la coordinación mundial, no sólo es hacer lo que digan los norteamericanos. Hay que llegar a acuerdos. No imposiciones del más fuerte.

También hay víctimas europeas, incluídos españoles. España tiene desplegados agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Parece ser que también hay miembros del Ejército.

Es una desgracia universal. Si todo está globalizado (sobre todo la economía), los beneficios de las multinacionales primero. También tienen que globalizarse las tragedias naturales.

Pero nunca hay que olvidar las tragedias anteriores, y no precisamente las naturales. No, las tragedias políticas, desde el colonialismo ( francés en éste caso). Cuando Haití consigue la independencia, Francia deja un país paupérrimo, y una familia al frente de un gobierno, que siempre fué una dictadura repugnante y sangrienta. No quiero ni repetir su nombre. Sólo quiero recordar, que cuando fueron expulsados del país, en Francia encontraron buen refugio para sus vida y haciendas.

Los norteamericanos, los USA, han pasado por Haití. Sólo ellos saben lo que hicieron. Sólo ellos son culpables. Lo sabe todo el mundo, y ellos mejor que nadie. Por supuesto que no tiene la culpa el pueblo norteamericano, pero sí las diferentes administraciones del gran país del Norte de América. Entre todos, los colonizadores, y los que siguieron después, dejaron un territorio en una constante ruina. Posiblemente el más pobre de toda América. Y ésta vez, los anglos no pueden echarle la culpa a España.

No, ésta vez, cómo tantas otras, la culpa es de los franceses y los angloamericanos. Debe recordarse. Y ahora. Cuando estamos ayudando. Pero todos.

Pues ningún ser humano debe pasar, por lo que estan pasando en Haití. Ni ahora ni nunca. Por lo menos eso espero.

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