martes, 22 de diciembre de 2009

A vuelta con la cruz

No tengo nada contra la cruz cristiana, sería absurdo estar en contra. Pero tampoco estoy encontra de cualquier símbolo, y menos los de las religiones. No estoy encontra de ningún símbolo comercial. Ni, por supuesto, encontra de ningún símbolo patrio.




Pero los que protestan en España, de la retirada de la cruz en los espacios públicos, son de risa. Ellos jamás se han interesado por el símbolo religioso. Están de acuerdo con sus cruces, pero en los colegios, no en su casa. Menos en los lugares, donde pasan las fiestas. En sus casas, está el gordito vestido de rojo. No cumplen con las normas de la religión que simboliza la cruz. Ni con los preceptos de la jerarquía de su religión. Se dovorcian cuando quieren. El Tribunal de la Rota, funciona para ellos.

Por cierto, el Crucificado, lo fué por luchar contra el Imperio más sangriento que ha habido. Pero los defensores de las cruces apoyan siempre a todos los imperios. Claman por la libertad. Creen que para el hombre sólo es justo lo que es de su gusto. No quieren pensar, que los símbolos son para el que los trabaja.

Deben pensar, de una vez por todas, que la libertad, empieza en las escuelas públicas y en las que participamos todos, pagando con nuestros impuestos, una parte, las concertadas.

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