domingo, 13 de junio de 2010

La HERMIDA Cantabria

Manuel, q.e.d., mi cuñado, ya descansa en La Hermida.

Cuanto queria Manuel a su tierra, aunque habia pasado media vida en otros paises, sobre todo en Canada. Me decia que debia conocer La Hermida, y ya la habia visto en multitud de fotografias e incluso habia pintado un cuadro teniendo por referencia una fotografia aerea.

El cuadro esta ahora en su casa en Santander, y Manuel lo vio muchos años expuesto en su salon. Efectivamente, mis hijos, y mi mujer, teniamos intencion de conocer La Hermida. Por unas circunstancias u otras, no habiamos ido. He tenido que conocerla acompañando los restos mortales de Manuel. Ha sido muy triste, pero al mismo tiempo ha sido hermoso.

No me extraña nada, que de esta zona de Cantabria, los emigrantes hayan sido muchos, por ser gente que se ha criado en un sitio espectacular, de fuerza, de poder fisico, de poder mental, que puede llegar a producir, el vivir en un valle entre altas montañas. encajonadas por las mismas,y con un rio que produce tambien aguas termales, como lo demuestra el mismo balneario, recientemente recuperado.

Manuel, tenia aspecto nordico, como su hermana Lola, que tambien he conocido ahora, nordico de España, fuerte, sin problemas para viajar, hasta Chile, como a Canada, y eso hace unos años, cuando las circunstancias politicas y economicas no eran las mismas que las actuales. Ya digo, tenia que ser un hombre fuerte en todos los aspectos.

Le encantaba todo el mundo, pero mas su tierra. Ahora que he estado en La Hermida, lo he comprendido perfectamente. Yo soy cantabro, y de un lugar, espectacular, Selaya, y he vivido los años infantiles y la primera juventud en la playa de Dicido, pero la vision de la Hermida, que tambien la habia visto en algunos cuadros del siglo XIX español -que ahora pueden verse de nuevo en el Museo de los museos, El Prado- es unica, te deja perplejo, impresionado y al mismo tiempo enamorado.

A mi hermana Marisol, viuda de Manuel y a su hijo y mi sobrino, Manuel Junior, se lo he dicho, y lo han aceptado, como diciendome, lo que efectivamente pensaban que la contemplacion de La Hermida, produciria en mi.

Gracias Manuel, te recordaremos siempre.

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